viernes, 29 de junio de 2012

LAS LETRAS DE LA LIBERTAD



Leer nos hace libres, pero escribir nos hace poderosos, se que suena jactancioso, sin embargo  la comunicación hoy como nunca empodera a todo aquel que simplemente tenga algo que gritarle al mundo, el poder de la pluma fue siempre prerrogativa de algunos cuantos y la publicación de ello más aun, sin embargo hoy el poder de la pluma (o del teclado) está en todos, la publicación de nuestras ideas es baluarte prácticamente de cualquiera.





 Si de leer se trata, la paz de una tarde cualquiera, con una suave música de fondo que apenas ose acariciar las letras de un buen libro que se acoge en nuestras manos, una taza de buen café, aromático o cremoso, mejor aún, una copa de un tinto de gran cuerpo son el acompañante perfecto para echar a volar la imaginación.  A través de la lectura podemos dar la vuelta al mundo, apasionarnos con una gran historia de amor o enfurecernos por las tretas de algún rufián al que seguimos en el mar de letras con la esperanza apretándonos el pecho, de que su final sea tanto o más doloroso que las penurias que ocasiona, inmersos en un buen libro nos volvemos ese vagabundo irreverente que todos quisiéramos ser por un instante, cuando estamos aturdidos por el escaparate en el que nos colocamos para ser observados utilizados y ajetreados  so pretexto de ganarnos la vida, quien no quisiera apasionarse en la locura de un amor descontrolado, emocionante y por qué no, hasta tormentoso? Con un buen libro en las manos, de pronto la música de fondo que colocamos para acompañarnos se funde en las imágenes que nuestra mente reproduce para ilustrar un camino fascinante por algún pueblo perdido en el tiempo y rescatado por un taciturno escritos cuya descripción nos arroja a amar la tierra desconocida, cuando acordamos estamos viajando por el mundo, por el tiempo, por la historia; eso es leer.   También hay lecturas no menos necesarias y hasta igualmente apasionantes, dar la vuelta al mundo actual, en tiempo real, asomarse a las guerras, las injusticias, las hambrunas, los absurdos mas terribles que hoy por hoy siguen aquejando a la humanidad, historias salpicadas con la refrescante esperanza que nos ofrece algún hecho heroico, conflicto resuelto, ejemplo de solidaridad, enfermos recuperados, milagros de la ciencia, sorpresas de la tecnología, cimas conquistadas, pueblos liberados o leyes que hacen justicia, leer del antes y el ahora, del jamás, del quizás, leer para reír o para suspirar, para reflexionar, para aprender, para soñar, leer da sed, sed de leer más, de conocer más, de viajar más, de amar más, de arrepentirse, de volar, de crecer, de escuchar, de vivir.  Pero escribir…. Escribir nos limpia, nos sana, nos tranquiliza, nos convence, nos desahoga, nos permite gritar sin hacer ruido, llorar sin mojar pañuelos, hablar sin voz, cantar a capela. Escribir nos exige, nos pone a trabajar la mente, el espíritu, es gimnasia para el alma, escribir nos complace y nos permite complacer, maldecir, oprimir pero nunca reprimir, para bien y para mal, escribir nos confronta y confronta al lector, puedo reclamar o exigir pero también hacer feliz a alguien, impactar y trascender a través de las ideas y luego cuando pasa el tiempo volvemos a leer lo que alguna vez escribimos y comprobamos que el mundo gira, como nosotros mismos, que cambiamos, mejores o peores, cuando volvemos a leernos nos enfrentamos a viejos dolores, fantasmas y señuelos que la vida nos puso en el camino solo para jugar con nuestra mente y retar nuestra capacidad de supervivencia, a veces al leernos de nuevo nos arrepentimos de haberlo escrito, nos avergonzamos o simplemente nos reímos.  Hagamos pues de la lectura una sed insaciable y bebamos de la abundancia que gracias a la tecnología y la libertad que nuestro entorno nos da, podemos gozar, pero no perdamos la oportunidad de escribir, de comunicarnos, de hacer la guerra y la paz, de sacar lo mejor de nosotros mismos para plasmar nuestro mejor esfuerzo en unas líneas bien pensadas y por qué no, lo peor de nosotros, esos miedos que nos asfixian, esos deseos sórdidos, esos fastidios añejos, al final el resultado será siempre bueno, pues mucho dice de nosotros lo que hablamos y lo que leemos, vistamos nuestra personalidad de la mejor prenda que la modernidad nos ha podido dar, arropémonos en el arte de comunicar e informarse, de  la posibilidad de llegar a miles de ojos, de mentes y de corazones. Hoy soy más libre y mañana buscaré mas letras…  seré mas libre aun.


Adriana L Molina Enriquez y Rosales
Links Management International
http://exportando.jimdo.com/biblioteca-virtual/?logout=1

martes, 31 de enero de 2012

VIVIR HOY


Vivir?  tengo ganas de caminar por alguna ciudad llena de gente, cantar en alguna esquina al ritmo de un artista urbano, entrar a sentarme  en un pequeño restaurante en donde los olores y las voces se mezclen y paladear un delicioso bocado cerrando los ojos, adivinando sus condimentos, comprar un chocolate en alguna dulcería de camino y sentir como se derrite en la lengua poco a poco, sentarme en cualquier banca y observar a la gente, inventarles una historia según su aspecto, reírme hasta que me duela el estomago, asolearme hasta que la piel se tueste, entrar al cine y ver una película boba que me haga suspirar o reír o llorar, sin fijarme en el espejo, sin cuidar  mi escote, sin preocuparme por mis pantalones rotos en la rodilla y un segundo antes de agotarme, meterme a un lugar en donde el humo y la música aturdan, revolverme con la gente, beber un buen licor y bailar, saltar, caminar descalza sobre el pasto o la arena de mar de vuelta a casa.   Tengo miedo del tiempo, tengo miedo de olvidar el placer de la vida, dejar pasar de lado la magia que siempre encontré en las cosas más simples , andar por ahí como una maquina ensimismada en los estereotipos, en las formas, obsesionada por llegar a tiempo, mirando el reloj cada hora para alcanzar  la siguiente cita, hablar con tanta gente que miente, acartonada, frívola,  que se engaña a si misma con la falsa comodidad y estabilidad de hacerlo todo en tiempo y forma, tengo miedo de la monotonía, de querer por compromiso, de dibujar las formas mejor pagadas y derretir la cadencia de la estética al calor del hierro. Quiero soñar con los ojos abiertos, encontrar las letras en el viento, en el perfume de la gente, toda, de la que camina cansada y de la que recién se duchó, fascinarme al mirar un niño corriendo agitado, dejar el destino en manos de los pétalos de una margarita arrancada de cualquier jardín, solo un día, solo hoy, mañana me disfrazaré de nuevo, peinaré mi cabello, comeré dietético, mañana  miraré el reloj, pintare mis labios y con gran paciencia satisfacerè los caprichos de algún empresario, urdiré feliz su pròximo triunfo en los negocios, con sarcasmo en la mirada diseñare la nueva campaña, y en los espacios ociosos suspirare  traviesa, sabiendo que no traicioné al tiempo, que no olvidé la magia, que se vivir, disfrutaré  del sonido de una guitarra antes del amanecer  y dormiré cansada con una sonrisa en la cara, con la piel desnuda, con mi suave almohada, sabiendo que valió la pena el cansancio y que la vida no me debe nada.